Fudge de chocolate y avellanas

Fudge de chocolate y avellanas
Fudge de chocolate y avellanas

FUDGE DE CHOCOLATE Y AVELLANAS

Plato dulce, Postre, snack
Raciones 8

Ingredientes
  

Mezcla de avellanas

  • 125 g mantequilla de avellanas
  • 2 cucharadas de aceite de coco derretido y enfriado
  • 2 cucharadas pasta de dátiles 1-2 dátiles
  • 1 cucharadita extracto de vainilla

Mezcla de chocolate negro

  • 1 taza de chocolate negro 85% mínimo, troeado
  • 60 ml aceite de coco
  • 60 ml leche de coco de lata
  • taza de avellanas troceadas
  • Una pizca de sal

Elaboración paso a paso
 

  • En un cazo pequeño derrite todos los ingredientes de la mezcla de chocolate. Una vez esté derretido y cremoso retira del fuego.
  • En otro bol mezcla los ingredientes de la mezcla de avellanas.
  • Vierte la mezcla del chocolate negro en la de avellanas, hasta que esté bien mezclado.
  • Forra una bandeja de 20cm*20cm con papel de horno, vierte la mezcla y esparce con la espátula. Puedes espolvorear con más avellana troceada.
  • Guarda en el congelador una hora o mínimo 3 horas en la nevera.
Keyword aceite de coco, avellanas, chocolate, fudge

Entendiendo la resistencia a la insulina

La insulina suele tener muy mala reputación, pero realmente la insulina no es mala. De hecho, es una de las hormonas clave involucradas en el control de los niveles de azúcar en la sangre.

La función principal de la insulina es recoger el azúcar que hay en sangre una vez hemos comido, con el objetivo de llevar ese azúcar a las células para que puedan utilizarlas como energía o reserva.

resistencia a la insulina

¿Qué es la resistencia a la insulina?

Cuando se dice que tenemos resistencia a la insulina, lo que ocurre es que, las células no responden adecuadamente a la insulina y queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo. El páncreas detecta esto y continúa soltando aún más insulina para llevar el azúcar a las células, lo que provoca niveles altos de insulina y azúcar en la sangre.

Estos son dos de los valores que hay que observar en las analíticas además de calcular el índice HOMA-IR, que utiliza los niveles de glucosa e insulina en ayunas para valorar si existe una resistencia periférica a la acción de la insulina y evalúa indirectamente la función de las células beta del páncreas.

  • Si el valor es inferior a 1,96 no hay resistencia a la insulina
  • Si está entre 1,96 y 3, se sospecha de resistencia a la insulina
  • Mayor de 3, hay resistencia a la insulina.

Tener la glucosa e insulina altas en sangre, impulsa además los andrógenos (hormonas masculinas como la testosterona) en las mujeres. Estos altos niveles de andrógenos son los que dificultan y retrasan la ovulación, lo que conduce a ciclos irregulares y un mayor desequilibrio en las hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona (recuerda, la única forma en que producimos progesterona es si ovulamos). Por este motivo, es habitual que mujeres con SOP (Síndrome de ovarios poliquísticos) sufran de resistencia a la insulina.

Si bien las mujeres con resistencia a la insulina tienden a ser propensas a niveles altos de azúcar en la sangre, es fácil olvidar que también son propensas a niveles bajos de azúcar en la sangre o cambios bruscos de azúcar en la sangre. Las caídas de azúcar en la sangre son tan dañinas y perjudiciales para el cuerpo como un nivel alto de azúcar en la sangre, por lo que el objetivo es tener un aumento lento y gradual del azúcar en la sangre después de comer y una disminución lenta en las horas posteriores.

¿Cuáles son los síntomas de la resistencia a la insulina?

⚠️ Antojos intensos de azúcar y carbohidratos

⚠️ Dificultad para sentirse llena

⚠️ Sentirse temblorosa, mareada o ansiosa después de estar un tiempo sin comer

⚠️ Fatiga después de las comidas

⚠️ Acumulación de grasa abdominal

⚠️ Manchas oscuras en los pliegues de la piel

⚠️ Niveles altos en ayunas de insulina, glucosa y A1c. Un índice HOMA-IR superior a 3.

¿Por qué se produce la resistencia a la insulina?

No hay una causa clara ni única que provoque sufrir de resistencia a la insulina, pero algunos de los factores de riesgo son:

  • tener sobrepeso u obesidad
  • llevar un estilo de vida sedentario
  • tener una presión arterial alta
  • una mala calidad de sueño
  • fumar

Cómo tratar la resistencia a la insulina

Cuando queremos gestionar mejor el funcionamiento de la insulina y conseguir reducir la resistencia a la insulina, hay tres áreas principales en las que tenemos que pensar:

  • Nutrición
  • Movimiento y Ritmos Circadianos
  • Exposición Solar
  • Estrés

Y si, ¡la resistencia a la insulina es reversible!

Estrategias de nutrición para un nivel de azúcar en la sangre equilibrado

Si podemos evitar los niveles altos y bajos de azúcar en la sangre, podemos reducir la resistencia a la insulina.

  • Incorpora 25-35 gramos de proteína en cada comida.
  • No restrinjas or completo los carbohidratos: elige de forma sabia aquellos complejos de absorción lenta. Consúmelos junto a proteínas y grasas y observa cómo te sientes cuando tomas diferentes proporciones. Si consumes una cantidad constante de carbohidratos a lo largo del día, puede ser realmente útil para mantener el nivel de azúcar en la sangre equilibrados y constante.
  • Aumentar el consumo de minerales como potasio y magnesio. El potasio ayuda a sensibilizar la captación de glucosa en nuestras células, lo que significa que tiene un efecto similar al de la insulina. Los alimentos ricos en potasio también son ricos en glucosa/carbohidratos, ¡la naturaleza y nuestro cuerpo tienen su lógica! Consume papaya, plátano, agua de coco, jugo de aloe vera, tomates, patatas, calabaza, etc., puede aumentar el potasio.
  • ️Llega a los 35 gramos de fibra al día (de alimentos reales en vez de suplementos)
  • Ajusta el horario de tus comidas con tu ritmo circadiano, es decir, comer poco después de despertarse y comer la mayoría de sus alimentos cuando hay luz.

Movimiento y Sueño

  • Salga a dar un breve paseo después de las comidas. Caminar tiene muchos beneficios para la salud, pero dar un paseo corto después de las comidas es una estrategia sencilla que puede ayudar a reducir la respuesta del azúcar en la sangre a esa comida y mejorar la sensibilidad a la insulina.
  • Ten como objetivo 7-9 horas de sueño. No dormir, o dormir poco reduce la sensibilidad a la insulina.
  • Incorpora de forma regular entrenamientos con ejercicios de fuerza. Este tipo de ejercicios mejora la capacidad de tu cuerpo para controlar el azúcar en la sangre y hace que las células musculares sean más sensibles a la insulina.
  • Optimiza tu ritmo circadiano. Un horario de sueño irregular, la falta de exposición a la luz solar y demasiada exposición a la luz azul pueden contribuir tener resistencia a la insulina. Pequeños hábitos como un horario de sueño constante, priorizar la luz del sol de la mañana y minimizar las pantallas por la noche pueden ayudar a alinear el ritmo circadiano.

Toma el sol

Nuestra piel, al estar en contacto con la luz solar, es capaz de producir vitamina D. Esta vitamina provoca mejoras significativas en los niveles de insulina en ayunas y mejora la sensibilidad a la insulina.

Esto se debe a que mejora la producción y liberación de insulina, además de la eficacia del receptor de insulina y actúa sobre el sistema inmune promoviendo una actividad antiinflamatoria.

Exponte al sol siempre que puedas, las mejores horas son pronto por la mañana o a última de la tarde, sin protector solar.

Estrés

El estrés contribuye a niveles elevados de azúcar en la sangre al descargar la glucosa almacenada en nuestro torrente sanguíneo, para dar una respuesta de huida o lucha, y también pueden incrementar si recurrir a la comida como un mecanismo para enfrentarnos al estrés. Si esto ocurre de forma continuada porque sufrimos estrés crónico, aumenta el riesgo de sufrir resistencia a la insulina e incluso diabetes. También puede afectar tu estado de ánimo y a cómo te cuida, lo que puede comenzar a afectar tu salud emocional.

Además el estrés crónico también afecta a nuestras digestiones e impide que nuestro cuerpo pueda regular los niveles de inflamación, pues las células del sistema inmunitario no pueden responder al control hormonal y, en consecuencia, producen niveles de inflamación que promueven la enfermedad. La inflamación causada por el estrés también es un factor importante que contribuye a que nuestras células se vuelvan resistentes a la insulina.

  • Reconoce el estrés, identifica las causas e intenta preverlo con antelación para poder gestionarlo mejor.
  • Cuídate y trátate de forma amable
  • Practica las respiraciones profundas
  • Medita
  • Disfruta de un sueño de calidad
  • Practica ejercicio
  • Habla con un profesional

¿Sufres de resistencia a la insulina o crees que puedes tenerla? ¡Cuéntame más abajo y no te olvides de seguirme en Instagram o escríbeme un email!

Emociones y alimentación

alimentación consciente

Emociones y alimentación, nos neguemos o no, están unidas. Esto es algo que sé desde hace mucho tiempo.

Si observamos a un bebé, cuando tiene hambre, se mueve, se altera, se frusta y se agitas hasta que puede comer.

Cuando come, se siente calmado y consolado, incluso puedes oir pequeños ruiditos de satisfacción.

Eso podemos describirlo como un comer emocional. ¿Está mal? ¿El bebé tiene problemas con su alimentación?

No, usa la comida para darse consuelo y satisfacción. No está mal, es humano y lo aprendemos desde que somos bebés.⁣⁣
⁣⁣
El peligro con el mensaje de que el comer emocional necesita ‘arreglarse’ es que patologiza el uso de la comida para la comodidad, cuando esa es una forma totalmente VÁLIDA y humana de cuidar de nosotros mismos. Esto es especialmente cierto cuando tal vez no teníamos otras herramientas disponibles y la comida era lo más cercano e inteligente a lo que podíamos recurrir.⁣⁣
⁣⁣
Otro problema es que los deseos de perder peso y hacer dieta contribuyen a una alimentación caótica y pueden causar lo que las personas a menudo consideran una alimentación ‘emocional’, ‘confort’ o ‘estrés’.

Lo he vivido en mi misma y lo veo a menudo en consulta.

Las personas que tienen muchas reglas estrictas sobre alimentos o que siguen planes de dieta y recetas de «alimentación saludable» a menudo se encuentran zampándose una tarrina grande de helado o con una bolsa de patatas en la mano cada noche (no hay nada de malo en estos alimentos, pero probablemente te sientas mal si los comes en grandes cantidades).

Esto a menudo se atribuye a la falta de fuerza de voluntad, pero cuando nos privamos de alimentos, nuestro impulso biológico de comer se activa.⁣

Cuando en consulta tratamos de mejorar la relación con la comida, hay algunas cosas que tenemos que analizar primero:

  1. ¿Está la persona en conexión con las señales innatas de su cuerpo de hambre y saciedad? O ¿no se da permiso de comer hasta que está hambrienta? Mucha gente piensa que el hambre es una sensación de agujero y rigido profundo en la boca del estómago, pero eso es lo que llamamos una señal de hambre tardía. Esperar hasta esta etapa antes de comer significa que es mucho más probable que comamos de una manera más ansiosa y que te sienta fuera de control. Necesitamos trabajar en esa conexión para identificar señales de hambre más sutiles, una de las cuales son las señales del estómago, pero también pueden ser señales en la cabeza, el estado de ánimo, los niveles de energía y el cuerpo en general.
  2. ¿Esta persona está restringiendo los tipos de alimentos que come? ¿Eliminan grupos de alimentos completos como carbohidratos y grasas? ¿O están comiendo «limpio»? La restricción conduce a sentimientos de privación. La privación nos OBSESIONA con la comida. La obsesión nos hace sentir fuera de control. Es el clásico efecto de la fruta prohibida. Necesitamos bajar la comida de un pedestal y tratarla por igual. Eso también significa darnos permiso para comer los alimentos que nos gustan y quizás sean menos nutriticos y eliminar las reglas y restricciones que nos mantienen en un ciclo de restricción de atracones.⁣⁣
  3. ¿Cómo se habla a sí misma esta persona sobre la comida? ¿Se juzgan a sí mismas por la forma en que comen? ¿Están hablandose mal a si mismos cuando comen un trozo de pastel o algunas galletas? ¿Se etiquetan a sí mismos como «me he portado mal” “he pecado” “soy mala”? El auto juicio y la crítica sobre qué, cuándo y cuánto comemos causa tanta angustia que puede atraparnos en una relación negativa con la comida y nuestro cuerpo. Aquí es importante aprender a practicar la autocompasión y saber que nuestro valor no depende de nuestros cuerpos o de lo que comemos.⁣⁣
    ⁣⁣

Una vez que hayamos analizado todos estos aspectos, podemos considerar comer emocionalmente.

Reflexiona sobre lo que esa tarta, esas galletas o esas patatas han hecho por ti, qué propósito tenían. Piensa en ello como una herramienta que nos ayuda a sobrevivir en un mundo interior turbulento. Si podemos ver el comer emocional bajo una luz más amable, entonces se convierte en algo que no debemos temer, pero que podemos adoptar como una de las formas en que nos cuidamos a nosotros mismos. Una vez aceptamos esto, podemos aprender otras formas de gestionar esas emociones que sientes. Algunas de estas terapias pueden ser terapia, llamar a un amigo, establecer límites o descansar. Esto nos ayudará a tener un buen conjunto de herramientas que nos ayude a afrontar nuestras emociones y crecer personalmente.
Recuerda las dietas estrictas no conducen a la pérdida de peso a largo plazo; tampoco curan los sentimientos negativos sobre tu cuerpo, ni la baja autoestima. Entiendo que a veces puedes sentir que son la única solución, pero te prometo que no lo son.

Reflexiona sobre lo que esa tarta, esas galletas o esas patatas han hecho por ti, qué propósito tenían. Piensa en ello como una herramienta que nos ayuda a sobrevivir en un mundo interior turbulento. Si podemos ver el comer emocional bajo una luz más amable, entonces se convierte en algo que no debemos temer, pero que podemos adoptar como una de las formas en que nos cuidamos a nosotros mismos. Una vez aceptamos esto, podemos aprender otras formas de gestionar esas emociones que sientes. Algunas de estas terapias pueden ser terapia, llamar a un amigo, establecer límites o descansar. Esto nos ayudará a tener un buen conjunto de herramientas que nos ayude a afrontar nuestras emociones y crecer personalmente.
⁣⁣
Recuerda las dietas estrictas no conducen a la pérdida de peso a largo plazo; tampoco curan los sentimientos negativos sobre tu cuerpo, ni la baja autoestima. Entiendo que a veces puedes sentir que son la única solución, pero te prometo que no lo son.

¿Necesitas ayuda para mejorar tu relación con la comida? Escríbeme a hola@mariallamas.com y dejemos a un lado la mentalidad de dieta para siempre!

Hambre premenstrual y cómo gestionarlo

Como mujer, seguramente estés familiarizada con las ganas compulsivas de comer ciertos alimentos, justo unos días antes de tener la menstruación. Esos días tenemos mucha más hambre. Incluso hemos deseado y rogado no sentir esos impulsos irrefrenables de comer. La cuestión es que la mayoría de veces no sabemos porqué sentimos ese hambre premenstrual.

Resulta que como todo lo relacionado con nuestro cuerpo y su funcionamiento, tiene una razón de ser. Veámoslo más en detalle para saber como gestionar mejor ese hambre premenstrual sin morir en el intento.

hambre premenstrual

¿Por qué tenemos hambre antes de la regla?

Si nuestra fase premenstrual hablase, seguramente dijese ¡come! ¡aliméntame! Y si miramos lo que nos dice la ciencia, ese incremento del apetito, esa ansiedad por comer antes de la regla es totalmente normal. Se ha descubierto científicamente, que esas ganas compulsivas de comer tienen un componente fisiológico. Se deben principalmente a fluctuaciones de hormonas, de emociones y cambios en el metabolismo.

Fluctuaciones hormonales

Justo después de la ovulación, cuando comenzamos la fase premenstrual o lútea (leer este artículo para saber más sobre las diferentes fases del ciclo menstrual), los niveles de progesterona comienzan a aumentar y los de estrógenos a disminuir.

Los estrógenos (protagonistas de la fase ovulatoria) tienen la característica de disminuir el apetito, mientras que la progesterona lo incrementa.

¿Por qué ocurre esto? Pues porque el cuerpo se está preparando para una posible embarazo. Está preparando el útero para un posible una posible implantación del óvulo fecundado y almacenando alimento, para alimentar a ese futuro feto.

De ahí que tengamos más hambre. Nuestro cuerpo necesita más energía ante la posibilidad de un embarazo, para que así el feto pueda desarrollarse bien.

Si no se produce el embarazo, el tejido endometrial se desprenderá, dando lugar a la menstruación. Reduciendo también el nivel de progesterona y con ello nuestro apetito.

Como ves, no hay motivos para odiar y evitar tus señales de hambre. ¡Solo tienes que escuchar a tu cuerpo y las señales que te envía! Al igual que antes de la regla tienes más hambre, durante la menstruación y una vez que la terminas, tu apetito disminuye también naturalmente.

Emociones a flor de piel

Durante la fase premenstrual nos sentimos más vulnerables y sensibles. Estas emociones nos pueden hacer buscar alimentos que nos reconforten y nos hagan sentir mejor. Especialmente lo que tendemos a buscar son dulces e hidratos refinados (¡hola chocolate y galletas!)

Si tienes sentimientos intensos durante esta fase del ciclo menstrual, es una señal clara de que el síndrome premenstrual está dirigiendo tu vida…

Si sueles gestionar tus emociones con la comida, lo más probable es que justo en esta fase premenstrual lo pases peor de lo habitual…

Cambios en el metabolismo

Antes de que comience tu periodo, la tasa metabólico de tu cuerpo incrementa. Significando que tu cuerpo puede necesitar hasta 350 calorías extras, para que pueda gestionar de forma eficaz la semana de sangrado.

Como ves, tu cuerpo trabaja duramente en las fases lútea y menstrual de tu ciclo, y esas ganas de comer antes de la regla son una prueba de ello.

¿Cómo gestionar el hambre premenstrual?

Conocer y entender estas razones fisiológicas nos puede ser de gran alivio. Ahora sabemos que no es que nos falte fuerza de voluntad, que no estamos locas, ni somos poco disciplinadas. Si no que ese incremento de las ganas de comer es real y hay una razón de ser para ese hambre premenstrual.

Que sepamos esto, no quiere decir que tengamos vía libre para darnos un atracón de galletas, helado o chocolate, con la excusa de que nos lo pide el cuerpo y que es por cuestiones naturales.

Lo ideal sería, que una vez que entendemos porqué tenemos más ganas de comer los días antes de la menstruación, implementásemos herramientas que nos ayuden a alimentar nuestro cuerpo con los nutrientes que necesita en esta fase premenstrual.

Ajusta tu alimentación a tu ciclo menstrual

Como hemos visto en artículos anteriores, los cambios hormonales, emocionales y de metabolismo significan que tu cuerpo necesitará cosas diferentes. Ajustar tu alimentación a las diferentes fases menstruales es una excelente estrategia para satisfacer lo que tu cuerpo necesita.

Si nos centramos en esa fase premenstrual, tu cuerpo más que nunca necesita de grasas saludables y proteínas. Veaos que alimentos premenstruales son los más recomendados:

  • Apuesta por el aceite de oliva virgen extra, el aguacate, semillas de lino, frutos secos. Huevos de calidad y pescado azul pequeño no deberían faltar en tu plato.
  • Otros alimentos que son necesarios en esta fase son aquellos ricos en triptófano: plátano, cacao puro, garbanzos, almendras, nueces, cereales integrales y enteros y semillas de calabaza.
  • Y como alimentos estrella tendremos los de color verde, que gracias a su aporte de magnesio, hierro, calcio y fibra nos ayudarán a regular hormonas.
  • Infusiones a base de jengibre, cúrcuma y canela te ayudarán con la inflamación e hinchazón.

Honra tu hambre premenstrual

Si sientes ese hambre extra antes de la menstruación ¡COME MÁS!

Cuando tienes hambre, es porque tu cuerpo necesita energía. Escúchalo y come cuando tengas hambre. Si sientes antojos específicos puede que sea porque tu cuerpo necesita un nutriente en particular.

¡Así que come sin culpa!

Come de forma consciente

Presta atención a esos antojos y a cómo te los comes. Haz un ritual del momento, pon lo que te vayas a comer en un plato, siéntate a la mesa y observa lo que tienes delante. Saborea cada bocado lentamente, mastica con cuidado y absorbe cada sensación, cada sabor, cada aroma…

Snacks inteligentes

Como decía anteriormente, tu cuerpo necesita grasas y proteínas. Por lo que apuesta por snacks que te aporten estos nutrientes. Créeme son tus aliados en esta fase porque además te ayudarán a sentirte más saciada y llena durante más tiempo.

En cuanto noto que la fase premenstrual está en acecho, lo que hago es prepararme para ello. Siempre tengo opciones nutritivas y saludables en casa para cuando me den esas ganas incontrolables por comer.

Apuesta por un estilo de vida slaudable

El estrés puede llevarte a comer compulsivamente y darte atracones, especialmente antes de tu menstruación. Procura practicar ejercicio y técnicas de relajación que te ayuden a calmarte, centrarte y dormir mejor.

Cuando pedir ayuda profesional

Nadie necesita tratamiento por comer de forma compulsiva antes de la regla. Si comer de forma compulsiva y te das atracones de forma habitual (fuera de la fase premenstrual), si te causa estrés emocional, entonces deberías consultar a un profesional.

Los antojos y el hambre premenstrual es algo difícil de lidiar. Prepararte con antelación, tener alternativas más nutritivas y técnicas para gestionar el estrés puede ayudarte con esos impulsos. Se consciente de lo que estás comiendo.

¿Te resulta difícil o quieres tratar otros síntomas premenstruales que te impiden llevar una vida de calidad? Escríbeme a hola@mariallamas.com, cuéntame tu caso y mejoremos tu alimentación!

Azúcar en sangre, mantén tus niveles estables

¿Seguro que has oído alguna vez la expresión «me ha dado un bajón de azúcar» o «veo estrellitas del subidón de azúcar que llevo» o «X alimento produce picos de azúcar en sangre»…

Todas estas expresiones se derivan de desequilibrios de azúcar en sangre y provocan síntomas cuanto menos ideales. Alguno de los más comunes es mareo, confusión mental, dolores de cabeza, deseo de productos azucarados o ricos en almidón.

Pero antes de hablar de cómo conseguir equilibrar los valores de azúcar en sangre para tener una energía más constante y sentirnos saciados por más tiempo, es importante saber cómo funciona este azúcar en sangre.

¿Cómo funciona el azúcar en sangre?

Cuando comemos un alimento que contiene carbohidratos, ya sea pan, pasta, bollería, cereales, frutas o verduras, estos carbohidratos se descomponen en azúcar o mejor dicho glucosa.

Esta glucosa llega al torrente sanguíneo para después distribuirse y nutrir a nuestras células . La cantidad que llega depende del tipo, del momento y de la cantidad de hidratos que hayamos consumido. No es lo mismo que nos comamos una fruta que un trozo de pan, y no es lo mismo comérnoslo en ayunas que comérnoslo junto con otros alimentos.

Estos carbohidratos que ingerimos pueden ser complejos (cereales integrales, legumbres, tubérculos, verduras…) y se descomponen más lentamente por lo que llegan a nuestra sangre de forma gradual y paulatina. Esto permite que nuestros niveles de azúcar en sangre sean más estables y no sufran subidas y bajadas bruscas.

En consulta, una de las primeras cosas que aprendemos es cómo construir nuestro plato de forma equilibrada y que uno de los factores que contribuye a nuestros niveles de azúcar en sangre, son los carbohidratos complejos.

Las fuentes de hidratos más simples y especialmente los que provienen de alimentos procesados, llegan de forma muy rápida e inmediata a nuestro torrente sanguíneo. Esto hace que nuestros niveles de azúcar en sangre sufran subidas muy rápidas, lo que se conocen como picos de azúcar, que terminan cayendo igual de rápido.

Como he comentado antes, no es lo mismo comer una pieza de fruta en ayunas que junto con otras fuentes de proteínas, grasas saludables o fibra. El que las acompañemos de otros nutrientes ayuda a ralentizar la llegada del azúcar en sangre.

¿Qué es la insulina?

La insulina es la encargada de llevar esa glucosa del torrente sanguíneo a las células para que estas las puedan transformar en energía o para que la puedan almacenar en el hígado para un uso posterior

Como puedes deducir por esto, los carbohidratos son nutrientes esenciales que el cuerpo necesita para funcionar. Son nuestra fuente de energía más directa y de la que muchos de nuestros órganos dependen.

  1. Los carbohidratos se descomponen en glucosa y circula por el torrente sanguíneo.
  2. La insulina, producida por el páncreas, lleva esa glucosa del torrente sanguíneo a las células.
  3. Son las células quienes convierten la glucosa en energía o la almacenan para un uso posterior.

¿Cómo y cuándo ocurren los picos de azúcar en sangre?

Como hemos comentado, la insulina es la encargada de controlar los niveles de azúcar en sangre.

Si no hay insulina o no es lo suficientemente eficiente, entonces sufriremos un pico elevado de azúcar en sangre.

Pero esto no quiere decir que tener los niveles de azúcar por los suelos es lo deseable…

Los bajones de azúcar se producen porque hay un aumento repentido de insulina, transportando demasiada glucosa fuera de la sangre. O también por una falta de ingesta general de hidratos. ¡Atención aquí a las que se saltan comidas, o ignoran su hambre! Bajos parámetros de azúcar en sangre te hace comenzar a desear cosas como chocolate, bollería, alimentos procesados…

Básicamente lo que tu cuerpo está diciendo es ¡Necesito azúcar para equilibrarme!

El problema aquí, es que cuando atendemos a este tipo de alimentos, de hidratos más simples y procesados lo que estamos haciendo es disparar de nuevo los niveles de azúcar en sangre. Es decir que estaremos viajando en una montaña rusa de subidas y bajadas de azúcar.

El objetivo es encontrar un equilibrio entre los picos y las caídas de azúcar en sangre, lo que se conoce como tener la glucemia estable. Ese término medio evita que tengamos un exceso de azúcar en la sangre o un exceso de insulina, lo que nos ayuda a sentirnos muchísimo mejor.

azúcar en sangre

Síntomas de desequilibrios de azúcar en sangre

Nuestro cuerpo intenta siempre mantener ese azúcar en sangre en equilibrio. Pero incluso con todos sus esfuerzos, esto no siempre es posible.

Siempre que haya un pico de subida de azúcar en sangre, le seguirá una bajada también brusca de azúcar, es inevitable.

Lo que es difícil es saber cuándo los síntomas que tienes son por un desequilibrio de azúcar o por otra cosa.

Niveles altos de azúcar

Cuando tu azúcar en sangre está más alto de lo que tu cuerpo puede gestionar, tu páncreas tiene que segregar más y más insulina. Si esta producción tan alta de insulina se mantiene por largos periodos de tiempo, puede que perder peso te resulte muy difícil. Se debe a que la insulina es una hormona que almacena, almacena azúcar en tus células y cuando hay demasiada, hace que el azúcar se almacene como grasa.

Además niveles tan altos de insulina pueden derivar a complicaciones como la resistencia a la insulina o Diabetes tipo 2.

Los alimentos que aumentan los niveles de azúcar en sangre rápidamente son los alimentos procesados ricos en harinas y azúcares refinados, piensa en bollería, caramelos, pan blanco, arroz blanco…

Algunos de los síntomas de niveles altos de azúcar con: fatiga, nausea, irritabilidad, necesidad de orinar frecuente, respiraciones rápidas, boca seca, incremento de la sed.

Niveles bajos de azúcar

Cuando los niveles están bajos, tu cuerpo es forzado a entrar en un estado de estrés. Tus glándulas adrenales comienzan a segregar cortisol (la hormona del estrés) para ayudar a mantener adecuados niveles de azúcar en sangre.

Esto es un factor que estresa mucho a tu cuerpo. Si lo mantienes a largo plazo, puede derivar en problemas como fatiga adrenal o desregulación del eje HPA.

Los signos y síntomas comunes de un nivel bajo de azúcar en sangre son: antojos por dulces o hidratos, baja energía, irritabilidad, dolor de cabeza, mareos, sudores, temblor.

Como ves, no son síntomas muy específicos y coinciden con los de otras patologías. Así que la mejor forma de saber si sufres de algún desequilibrio es hacerte unos análisis.

Cómo chequear tus niveles de azúcar en sangre

Para hacer unos sencillos análisis en casa, necesitas un glucómetro, pinchar la yema del dedo y chequear.

Los mejores momentos para chequearla es a primera hora de la mañana y a la hora o dos horas después de haber comido. Idealmente los niveles de azúcar normales en sangre deberían estar entre:

  • En ayunas: 80-90 mg/dL
  • 1 hora después de comer: < 140 mg/dL
  • 2 horas después de comer: < 120 mg/dL

Si estás fuera de estos rangos, no te preocupes, no vas a estar en desequilibrio para siempre. Solo necesitas jugar con el tipo y la cantidad de hidratos en tus comidas.

Si crees que tienes un problema con la regulación, puedes hacerte una analítica de sangre y estudiarlo más en profundidad.

Lo ideal en una analítica es que en ayunas:

  • Glucosa: 75-90 mg/dL
  • Insulina: < 8mIU/L
  • Hemoglobina A1c: 4,5-5,5%
  • Fructosamina: 175-280 mmol/L

Conexión entre el azúcar en sangre y tus hormonas

No se puede hablar de azúcar en sangre sin mencionar la conexión que hay con tu salud hromonal.

Como mujeres, nuestras hormonas sexuales están en equilibrio en cada fase de tu ciclo, pero ese equilibrio puede romperse por muchos factores, siendo los altibajos de tus niveles en sangre uno de ellos.

Si un día tus niveles de azúcar no están en equlibrio no pasa nada. El problema viene cuando ese desequilibrio se mantiene durante mucho tiempo, pues puede derivar en problemas hormonales.

Cuando tienes niveles de azúcar altos en sangre, tienes más insulina de lo normal en ciruclación. Esto puede desajustar la ovulación y causar exceso de producción de andrógenos (testosterona).

Es por esto que la resistencia a la insulina y el síndrome de ovarios poliquísticos están tan unidos.

Cuando tienes niveles bajos de azúcar en sangre, constantemente dependes del cortisol para mantener tus niveles de azúcar en sangre normales. Esto afecta directamente a la glándula adrenal y a la producción de hormonas sexuales.

La relación entre azúcar en sangre y tus hormonas sexuales es solo una razón más para comenzar a trabajar para mantener tus niveles de azúcar en sangre equilibrados.

Cómo mantener estable el azúcar en sangre

Como he comentado, lo importante es mantener los niveles de azúcar estables en sangre, para así no sufrir esos picos ni sus consecuencias. No existe una dieta única y perfecta para ello, todos tenemos necesidades individuales únicas que te ayudarán a controlar esos niveles.

Además hay muchos otros factores externos que afectan a cómo tu cuerpo responde. Por ejemplo:

  • Tu rutina de ejercicio
  • Tus niveles de estrés
  • La calidad y cantidad de tus horas de sueño
  • Tu salud digestiva
  • Tu actividad diaria total
  • Si sufres de inflamación crónica
  • Tu genética

Para una persona, comer una alimentación baja en hidratos puede ayudartes a estabilizar sus niveles de azúcar en sangre. Para otros, esa falta de carbohidratos es un estresor más que hace incrementar los niveles de cortisol y con ello los niveles de azúcar en sangre.

Mientras que no te puedo dar una dieta única, puede enseñarte a comer de forma equilibrada y que puedas ajustar a tus necesidades.

La base de una alimentación que mantenga el azúcar estable es un plato que contenga todos los macronutrientes y muchas verduras también. Vamos a:

Apuestar por las grasas saludables

Lo primero a tener en cuenta es que las grasas no afectan directamente a nuestros niveles de glucosa ni de insulina.

Otra de las características de las grasas saludables es que tardan más en digerirse. Por tanto, cuando las consumimos con los hidratos, estamos ralentizando la tasa de absorción de estos.

¿Cómo mezclar hidratos complejos con grasas? Pues de forma fácil y sencilla, acompáñalos con frutos secos, semillas, aguacates, aceite de oliva para así hacer que los azúcares se absorban más despacio y no se produzcan picos de azúcar en sangre.

Más detalle sobre las grasas y por qué no hay que tenerles miedo, en este artículo.

Incrementar el consumo de fibra

La fibra, al igual que las grasas saludables, ralentiza la tasa de absorción de carbohidratos.

Seguramente hayas oído alguna vez o hayas leído en algún artículo que la fruta tiene mucho azúcar, azúcar simple de absorción rápida. Y es cierto, pero la fruta es mucho más que azúcar. La fruta contiene además fibra, vitaminas y minerales. Gracias a la fibra que contiene, la absorción de ese azúcar es más lento y no genera los picos de azúcar en sangre.

Por esto mismo no es lo mismo tomar una naranja que un zumo de naranja. En el zumo, hemos eliminado toda esa maravillosa y mágica fibra.

La cantidad recomendada de fibra es de unos 25-35g/día. Si sigues una dieta rica en alimentos integrales como verduras, frutas, frutos secos, semillas y legumbres, seguramente estarás cubriendo esas cantidades.

Consumir comidas bien equilibradas

Haz que tus platos contengan de todos los nutrientes: verduras, proteínas, hidratos complejos y grasas y por supuesto no te olvides del ingrediente imprescindible el sabor. Utiliza especias como la cúrcuma, el comino, la canela, hierbas, semillas, frutos secos para hacer tus comidas más atractivas.

El tener todos estos elementos en tu plato conseguirás crear platos equilibrados que mantendrán tus niveles de azúcar estables.

Los hidratos mejor si los comes acompañados de grasas o de proteína.

Consumir proteínas

Las proteínas, al igual que la fibra y las grasas saludables, ralentizan la absorción de hidratos. Por eso las proteínas (tanto vegetales como animales) también pueden ayudarte a no sufrir picos de azúcar y a sentirte llena durante más tiempo. Apuesta por pescado, legumbres, pollo, pavo, tempeh, tofu, edamame, huevos y pseudocereales como la quinoa, amaranto o trigo sarraceno.

Hábitos de vida para mejorar el equilibrio del azúcar en sangre

No solo la alimentación influye en nuestros niveles de azúcar en sangre, también nuestro trabajo, nuestros pensamientos, nuestros hábitos…

Algunos hábitos que te ayudarán a bajar el azúcar en sangre:

  • Dejar unas 12 horas de descanso al cuerpo entre la cena y el desayuno para que pueda hacer un buen reset.
  • Bebe suficiente agua y ten en cuenta los electrolitos, especialmente en verano o en momentos en que sudamos más.
  • Duerme entre 7 y 9 horas, y que sea un sueño de calidad. ¿Qué pasa cuando no duermes lo suficiente? Que sueles tender a comer alimentos y bebidas con mayor contenido de azúcar para incrementar nuestra energía y así estar activos. Por lo que la próxima vez que vayas a coger algo azucarado para «despertarte» o darte más energía, piensa mejor si quizás lo que más te convenga es dormir y descansar. Mejora tu ritmo circadiano evitando pantallas por la noche, y creando un pequeño ritual nocturno de relajación.
  • Muévete, ya sea caminando, o practicando algo más intenso.
  • Ten herramientas que te ayuden a gestionar el estrés, aunque de esto hablaremos en más detalle a continuación.

Reduce el estrés

A pesar de lo que se puede pensar, el estrés no es malo, es una respuesta natural del cuerpo que nos permite reaccionar y en muchos casos sobrevivir. El problema viene cuando estamos sometidos a estrés de forma constante y este sentimiento se vuelve crónico. Hay muchísimas consecuencia de esto que no voy a comentar ahora, porque nos desviaríamos del tema.

Pero entre una de esas consecuencia es que además de aumentar nuestros niveles de cortisol, estar sometidos al estrés puede provocar antojos de dulce. Estar sometidos a un estrés crónico estrés no solo puede desencadenar una respuesta hormonal y aumentar los niveles de cortisol, sino que sentirse constantemente estresado también puede provocar antojos de azúcar.

El cortisol. la hormona del estrés, tiene la capacidad de extraer la glucosa que se almacenó en el hígado para incrementar el azúcar en sangre. Por lo que si estás constantemente estresado, la glucosa del hígado se liberará de forma continuada provocando niveles de azúcar altos a largo plazo.

Esto sumado a que en situaciones de estrés suelen apetecerte más cosas dulces, estarás incrementando la cantidad de azúcar en sangre por partida doble, provocando desequilibrios continuos.

Es esencial tener unos niveles de azúcar estable en sangre para que el cuerpo funcione bien

Si has experimentado algunos de estos síntomas, y te gustaría aprender a equilibrar personalmente tus valores de glucosa en sangre, no dudes en ponerte en manos de un profesional. Te ayudará a apostar por los alimentos adecuados y te explicará cómo preparar comidas bien equilibradas de una manera sencilla. Si quieres reservar una asesoría nutricional personalizada puedes pinchar aquí.

En consulta, descubrimos cómo utilizar la fórmula del plato para preparar con confianza una comida nutritiva fácil en todo momento para que puedas sentirte mejor, ahorrar tiempo en la cocina y cuidar tu bienestar a largo plazo sin restricciones ni dietas insufribles.

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