Cómo reducir el colesterol alto

como reducir el colesterol

Una dieta baja en grasas y colesterol como se creía hasta ahora, no es la respuesta para bajar los niveles de colesterol ni para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 

De hecho, se ha demostrado que esta dieta aumenta los triglicéridos, disminuye el HDL y aumenta el LDL pequeño y denso y la inflamación, ¡todos los factores esenciales para un ataque cardíaco o un derrame cerebral!

El tratamiento clásico en consulta clínica se basa en medicamentos como estatina, la cual reduce la producción de colesterol del cuerpo consiguiendo unos niveles saludables.

Pero hay muchos otros remedios naturales que pueden ayudarte a reducir el colesterol, y con unas pequeñas modificaciones en tu estilo de vida pueden tener un gran impacto en tu salud global y reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónica.

A continuación veremos qué alimentos son buenos para bajar los niveles de colesterol, ldl y aumentar los hdl y también qué otros hábitos podemos implementar.

Artículo relacionado: ¿Qué es el colesterol?

frutas y verduras disminuyen el colesterol

1. Frutas y verduras

Hay muchas razones por las que comer frutas y verduras y reducir los niveles de colesterol es una de ellas.

Frutas y verduras están cargadas con nutrientes esenciales que pueden optimizar tu salud cardiovascular, incluyen fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales tales como selenio y folatos (1).

Estudios han demostrado que comer al menos 4 raciones de fruta y verdura por día disminuye considerablemente el colesterol frente a esos que toman solo dos por día (2).

¿Qué frutas son las mejores para bajar el colesterol? ¡¡Todas!! No te pierdas en detalles ínfimos y céntrate en lo importante. Consume más fruta y verdura. Añade frutas y verduras a tus ensaladas, batidos, sopas y salsas. Elige una fruta o verdura cada semana y céntrate en nuevas formas de añadirlas a tu dieta.

2. Añade más grasas saludables a tu dieta

Ya hemos comentado la moda anti-grasa que comenzó en los años 70-80 y el miedo que generó a consumirlas. Poco a poco se ha ido desmintiendo esos estudios y aunque aun con miedo, vamos aceptando y asumiendo que las grasas son necesarias. Esto no quiere decir que aconsejemos atiborrarnos a fritos, aceites procesados o margarinas, pero hay un montón de grasas saludables que pueden ayudarnos a mantener nuestros niveles de colesterol bajo control.

El aceite de coco, a pesar de ser una grasa saturada, se ha demostrado que incrementa los niveles de HDL (colesterol bueno) (3). El aceite de oliva virgen extra puede reducir el colesterol malo y a la vez mejorar el bueno (45).

Otras grasas saludables que podemos incluir en nuestras dietas son aguacates, frutos secos, semillas y pescado azul. ¿Necesitas inspiración para incrementar la ingesta de grasas? Prueba este hummus de aguacate para añadir un buen puñado de grasas saludables en tu día a día.

3. El mito de los huevos

Ya lo comenté anteriormente en el artículo donde tratábamos todo sobre el colesterol, pero me parece tan importante y un mito tan extendido y creído que quiero destacarlo de nuevo.

Durante años se desaconsejó el consumo de huevos en personas con un elevado riesgo cardiovascular y se limitaba su consumo a no más de 3 huevos a la semana para prevenir esta enfermedad.

Actualmente se ha demostrado que no hay evidencia científica que vincule el consumo de huevos con el riesgo de enfermedades colonarias o con incrementos en el colesterol en sangre.

Sólo una mínima parte del colesterol que contiene el huevo es absorbida en la sangre. Y no todo es LDL (colesterol «malo»), si no que también tiene HDL (colesterol «bueno»), por lo que el ratio no cambia.

Podemos comer 1-2 huevos al día sin problemas. De hecho hay estudios que demuestran los efectos beneficiosos de comer 3 huevos al día.

Para asegurarnos de un consumo saludable de huevos, debemos fijarnos en la calidad y la forma de cocción. Los mejores son los huevos camperos y ecológicos. Las mejores formas de cocción son aquellas en las que la clara está coagulada y la yema sin coagular, para evitar así la oxidación del colesterol.

4. Elige carne de mejor calidad

No toda la carne es mala. La diferencia está en la calidad, y no solo me refiero a la calidad de la grasa de la carne.

La industria cárnica tradicional utiliza cereal modificado genéticamente para alimentar a los animales, además de someterles a hormonas y antibióticos. Esto genera toxinas que se acumulan en la grasa del animal. Pero no es la grasa en sí, si no la forma en que se ha creado esa grasa.

Por eso cuando eliges terneras de pasto o aves orgánicas, evitas estos problemas. La grasa de estos animales es buena. Si no puedes hacerte con este tipo de productos, elige aquella carne con mayor porcentaje de grasa para evitar acumulación de toxinas y otras partículas inflamatorias.

5. Reduce el consumo de azúcar

Reducir la ingesta de azúcar es uno de los métodos más sencillos para recudir de forma natural los niveles de LDL.

¿Tienes ganas de algo dulce? Utiliza las frutas, el chocolate negro, los tubérculos (boniato, remolacha, patata), las almendras, la avena o la canela para satisfacer tu lado goloso y rebajar esos antojos por dulces. Kombucha, agua con gas o te helado son buenos sustitutos para los zumos de frutas o los refrescos.

la fibra reduce el colesterol

6. Come más fibra para reducir el colesterol

La encontrarás en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. La fibra ayuda a mantener saludable tu sistema digestivo, a controlar los niveles de azúcar en sangre y te ayuda a mantener los niveles de colesterol bajo control (reduce LDL e incrementa HDL) (6)l (7).

La mejor forma de añadir más fibra a tu dieta es tomando platos con legumbres y cereales integrales como esta burger de judías rojas y eligiendo snacks ricos en fibra como un pudding de chía. También puedes añadir una ensalada o verduras salteadas a tu plato principal para darle un chute de fibra.

7. Utiliza hierbas y especias

Cardamomo, curry, jengibre, canela o la cúrcuma pueden ayudarte a reducir los niveles de LDL y triglicéridos, en sangre además de añadir mucho sabor a tus platos.

Un rico cúrcuma latte o un delicioso curry de gambas son excelentes opciones para nutrir tu alma y tu cuerpo.

ejercicio reduce el colesterol

8. Muévete

Además de hacer cambios en tu alimentación, te puedes beneficiar mejorando tu rutina de ejercicios. Tanto ejercicos de fuerza como de cardio han demostrado ser excelentes opciones para bajar tu nivel de colesterol total y LDL e incrementar los niveles de colesterol bueno HDL.

9. Otros hábitos

Un estilo de vida saludable libre de tóxicos que no incluya fumar ni bebidas alcohólicas. O una buena gestión del estrés y las emociones ayudan a tener unos niveles de colesterol en equilibrio.

En la práctica

Hay montones de métidos sencillos y efectivos que pueden promover una reducción de los niveles de colesterol y mejorar nuestra salud corporal. Llenar tu plato con alimentos reales, moverse de forma diaria y limitar el consumo de azúcar y procesados pueden ayudarte a mejorar tus niveles de colesterol y tu salud.

Prueba a incorporar un par de estas estrategias sencillas cada semana para reducir tus niveles de colesterol. Es mucho más sencillo y nos llevará a conseguir cambios duraderos y prevenir enfermedades cardiacas y mejorar tu salud en general.

Si necesitas ayuda y prefieres que un profesional te guíe en tu caso particular, no dudes en rellenar este formulario para solicitar una asesoría nutricional y poder valorar tu situación.

¿Qué es el colesterol?

que es el colesterol

Cuando oyes la palabra colesterol, lo primero que te viene a la cabeza seguramente es «es malo» «ataque al corazón» «arterias congestionadas» o «estoy enferma».

Es totalmente normal. Es lo que nos han enseñado y lo que hemos oído y leído siempre en televisión, radio, periódicos y revistas.

Esta idea se remonta a los años 50-70. Hipótesis científicas afirmaban que la ingesta de colesterol y tomar grasas saturadas hacían subir los niveles de colesterol en sangre y se relacionaba directamente con el riesgo de enfermedad cardiovascular y el engrosamiento de las paredes arteriales. También se planteaba que los ácidos grasos poliinsaturados (encontrados en aceites vegetales de soja, maíz, canola…) no hacían subir esos niveles y prevenían de enfermedades cardiovasculares.

De ahí nacieron todas esas dietas bajas en grasas, la industria de los productos lights y en definitiva el miedo a las grasas, que aun a día de hoy seguimos sufriendo…

Pero ¿cómo te quedarías si te dijese que todo esto es incorrecto y además está super simplificado?

Lo primero a destacar es que la mayoría de esos estudios científicos fueron pagados por la industria alimentaria específicamente de las grasas refinadas y del azúcar (la gran beneficiada de reducir grasas, pues para suplantar el sabor que aporta la grasa se utilizaría azúcar)

Actualmente no hay evidencia científica clara que demuestre que el colesterol de la dieta impacte en el colesterol en sangre o que las grasas saturadas sean el principal factor dietético de riesgo cardiovascular.

Veamos realmente qué es el colesterol, qué impacto tiene en nuestra salud y aprende qué necesitas saber para mantener tus niveles de colesterol a raya haciendo unos sencillos cambios en tu lista de la compra y tus hábitos.

¿Qué es el colesterol?

Lo primero que tenemos que tener claro es que el colesterol realmente no es algo malo… Simplemente es una molécula vital y de echo ¡necesaria!.

Tu cuerpo necesita colesterol para dar estructura a las membranas celulares, para producir hormonas (hello progesterona), para sintetizar la vitamina D e incluso para el buen rendimiento cognitivo del cerebro.

Nuestro organismo obtiene el colesterol a través de la dieta mediante el consumo de productos animales (carnes, pescados, mariscos, vísceras, grasa láctea o yema del huevo). Pero también puede producirlo el mismo. De hecho una persona vegana, lo obtiene de la síntesis hepática (de su propio hígado). En una dieta omnívora, el 20% de los niveles en sangre, proviene de los alimentos animales.

Colesterol bueno vs malo

Seguramente has oído hablar del colesterol bueno (HDL) y del malo (LDL). Esto más que tipos de colesterol, son en realidad las formas en que este se transporta.

LDL o colesterol «malo»

Son lipoproteínas de baja densidad y lo que hace es llevar el colesterol que ha sintetizado el hígado a los tejidos. Este LDL es más propenso a fomar depósitos grasos en las arterias. Por ello está relacionado con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares.

Dentro del LDL, es interesante fijarnos en el número y características de las partículas. Cuando hay muchas partículas y estas son más pequeñas y densas es más fácil que se depositen en las paredes arteriales causando daños.

Mientras que si estas partículas son más grandes, no provocan daños y puede incluso prevenir que las pequeñas se adiaran a las paredes y causan daños.

HDL o colesterol «bueno»

Son lipoproteínas de alta densidad. Transportan el colesterol sobrante de las arterias hacia el hígado para eliminarlo o reutilizarlo. Es decir, que lo retiran de la sangre, de las arterias.

Aunque nos referimos a ellos como buenos o malos, la verdad es que en equilibrio, cada uno tiene su función.

Qué determina el riesgo cardiovascular

Por esto que acabamos de explicar, el colesterol total no es un buen determinante como único indicador de riego cardiovascular (al no ser que tengamos valores mayores a 300 mg/dl)

Es más interesante para predecir si hay riesgo de enfermedades cardiacas, ataque al corazón o infarto, ver si hay:

  • Triglicéridos altos
  • Altos niveles de LDL de partículas pequeñas
  • Bajo colesterol HDL (bueno)

Además de esto, hay que valorar otros factores de estilo de vida como el estrés, fumar, ejercicio físico…

¿Cuáles son los niveles óptimos de colesterol?

Desde una práctica integrativa se consideran unos niveles específicos para los diferentes parámetros:

Colesterol Total

  • Deficiencia < 170 mg/dl
  • Deseables entre 170-220 mg/dl
  • Altos > 220 mg/dl

Niveles LDL

  • Deseable < 100mg/dl
  • Aceptable 100-130 mg/dl
  • Moderadamente elevados 130-160 mg/dl
  • Elevados 160-190 mg/dl
  • Muy elevado > 190 mg/dl

Nives HDL

  • Deseable > 60 ml/dl

¿Qué provoca tener un colesterol alto?

Antes de ver cómo reducirlo, es importante entender algunos factores que pueden contribuir con altos niveles de colesterol.

La hipercolesterolemia o colesterol alto, es una condición muy común y que afecta a más del 50% de los adultos en España.

Al contrario de los que muchos creen, una dieta rica en colesterol no siempre es responsable del incremento en los niveles en sangre. De hecho, estudios han demostrado que el colesterol de la dieta no está unido a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. (1)

¿El huevo hace subir el colesterol?

¡NO! Por fin podemos desmonta el mito de que los huevos hacen subir el colesterol! Durante años se desaconsejó el consumo de huevos para prevenir enfermedades cardiovasculares. Pero actualmente no hay evidencia científica de esto.

Lo primero, las recomendaciones oficiales se basan en no superar los 300mg de colesterol al día, y el huevo contiene entre 200-250 mg.

Pero no solo eso si no que además, solo una pequeña parte del colesterol que tiene el huevo es absorbida por la sangre. El huevo contiene tanto LDL como HDL por lo que el ratio no cambia.

Podemos comer al día 1-2 huevos con total tranquilidad.

¿Qué pasa con las grasas saturadas?

Tanto que se decía de las grasas saturadas, se ha descubierto, que no todas las grasas saturadas actúan de la misma manera.

Son aquellos ácidos grasos de cadena larga (a.g. mirístico del aceite de coco y el a.g.palmítico del aceite de palma) los que más elevan el LDL, pero elevan LDL de tipo grande, por lo que su impacto en el riesgo cardiovascular es menos de lo que se creía.

Los ácidos grasos de cadena corta o media (a.g laurico del aceite de coco o el de la mantequilla) no repercuten en gran medida en el colesterol plasmático.

Factores que incrementan el LDL

Los principales factores que incrementan el colesterol LDL de tamaño pequeño son:

  • Dieta rica en grasas trans y azúcar
  • Sedentarismo
  • Estrés
  • Tabaco
  • Envejecimiento
  • Diabetes
  • Historia familiar

¿Qué pasa si tengo el colesterol bajo?

Muchos pueden pensar que cuanto más bajo los niveles mejor… Pero siento decirte que no.

Como hemos comentado antes, el colesterol es una molécula esencial para el organismo que se necesita para realizar funciones importantes y vitales.

Entre otras funciones, ayuda en la fabricación de la progesterona. Una hormona antiinflamatoria y que prepara el endometrio para poder acoger el óvulo fecundado en caso de embarazo.

Si tienes niveles bajos (menos de 170) no producirás la progesterona necesaria y seguramente te provoque problemas en el sistema nervioso central, ansiedad, depresión, problemas digestivos, autoinmunes e incluso problemas de fertilidad.

Por lo que siempre es importante que esos niveles estén entre 170 y 220 (lo que se considera normal).

Si tus niveles están bajos, te aconsejo que optimices esos niveles. ¿Cómo? A través de la dieta. Es cierto que hemos dicho que el colesterol de la dieta tiene poca influencia en el colesterol sanguíneo, pero aun así, podría ser interesante incrementar el consumo de:

  • huevos ecológicos, especialmente la yema
  • derivados lácteos ecológicos de oveja/cabra
  • marisco
  • carne ecológica de animales criados en libertad

Cómo bajar el colesterol

Para conseguir unos niveles de colesterol óptimos lo suyo es subir el HDL y bajar el LDL.

Una dieta baja en grasas y colesterol como se creía hasta ahora, no es la respuesta para reducir la enfermedad cardíaca. De hecho, se ha demostrado que esta dieta aumenta los triglicéridos, disminuye el HDL y aumenta el LDL pequeño y denso y la inflamación, ¡bases perfectas para un ataque cardíaco o un derrame cerebral!

El tratamiento clásico en consulta clínica se basa en medicamentos como estatina, la cual reduce la producción de colesterol del cuerpo consiguiendo unos niveles saludables.

Pero hay muchos otros remedios naturales que pueden ayudarte a reducir el colesterol, y con unas pequeñas modificaciones en tu estilo de vida pueden tener un gran impacto en tu salud global y reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas.

Evitar los alimentos procesados y fomentar los alimentos naturales, enteros e integrales nos llevan por buen camino para evitar las enfermedades cardíacas.

En este otro artículo, podrás ver más en detalle qué puedes hacer para reducir los triglicéridos, el colesterol LDL y aumentar el HDL.

Si necesitas ayuda personalizada para poner a raya esa salud arterial y esos niveles, tanto a la baja como al alza, no dudes en rellenar este formulario para plantearme tu situación, y ver cómo una asesoría nutricional conmigo podría ayudarte.

Cómo controlar un atracón

controlar un atracon

¿Pasas todo el día comiendo bien pero cuando llegas a casa no puedes controlarte y atacas esa comida que «no deberías» comer? ¿Comes de forma saludable durante la semana pero los fines de semana te pierden las patatas, la pizza, los dulces y las cervezas?

Si quieres saber cómo controlar un atracón y esas comilonas compulsivas, ¡sigue leyendo!

controlar un atracon

Te lo dice alguien que lo ha vivido en primera persona. No puedes simplemente suplicar por más fuerza de voluntad para dejar de comer compulsivamente o de comerte tus emociones. 

Estos son algunos de mis consejos más efectivos para poder controlar los atracones.

1. Permítete comer los alimentos que desees.

Teniendo una lista de alimentos  «prohibidos», lo único que conseguirás es hacerlos más tentadores.  

Tienes que darte pleno permiso para comer de todo (esto no significa que lo vayas a comer).

Practica recordarte a ti misma: “Se me permite comer de todo. ¿Qué es lo que me apetece y necesito realmente?”.

Cuando confías en tu cuerpo y este deja de sentirse privado, dejarás de comerte las emociones y no tendrás la necesidad de atracarte con comida.

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2. Elimina las etiquetas.

Evite etiquetar la comida como «buena» o «mala». Esto lo único que hace es añadir un juicio de valor a la comida.

Cuanto comas algo que has catalogado como «malo», te estas llamando a ti misma «mala». Esto te crea unos sentimientos de culpabilidad increíbles, que hacen que te enfades contigo misma, lo cual derivará a que comas todavía más comida, y no menos… 

Por eso esas expresiones de «eso es bueno», «eso es malo», «he sido buena» o «he sido mala» son muy perjudiciales.

La comida no es más que comida, que puede ser más o menos nutritiva, pero no te hacen mejor o peor persona… 

Post relacionado: Culpa después de un atracón.

3. «Normalizar» los alimentos prohibidos

Evitar los alimentos «malos» cuando estás con otras personas, solo hará que más tarde los comas en privado, a escondidas.

Para dejar de comer emocionalmente, y controlar tus atratones, tienes que permitirte comer esos alimentos desencadenantes en público.

Eso significa pedir extra de queso en tu ensalada, tomar una helado con un amigo o decir sí al postre cuando te lo ofrezcan. 

4. Come en la mesa, apaga la tele.

¿Has oído hablar del experimento de Pawlow con un perro, una campana y un trozo de carne? Son las señales asociativas y lo mismo le pasa a tu cuerpo cuando comes delante de la televisión… Tu mente recibe la señal de que cuando oiga la tele, te sientes delante de ella, es hora de comer, y se encargará de provocarte hambre y ganas de comer. 

5. No intentes controlar tu peso

Tener como objetivo perder peso, impedirá que lo logres.  

Cambia el enfoque y fíjate otros objetivos más positivos como establecer una relación saludable con la comida, sentirte más enérgica, con más vitalidad…

Cuando tienes una relación sana con la comida, dejarás de comer compulsivamente y podrás contorlar tus atracones. 

6. Cambia la culpa por la curiosidad.

Un atracón no es un fracaso, es simplemente la forma en que tu cuerpo trata de llamar tu atención y decirte algo.

Sentirse culpable, enfadada y prometer «compensar mañana» hará que vuelvas a restringirte, lo que provocará otro atracón.

Deja de luchar contra tu cuerpo y aprende a escuchar lo que está tratando de decir. Ésta es la única manera de detener los atracones.

Siempre hay una razón por la que te das un atracón, intenta averiguar por qué. 

7. Busca por un buen apoyo para dejar de comer compulsivamente.

Es difícil dejar de comer compulsivamente y emocionalmente sin un buen apoyo.

No es necesario «esforzarse más», es necesario probar algo diferente.

He creado un programa para dejar de comer compulsivamente y dejar de comerte tus emociones. Transforma tu relación con la comida (TRC) es un programa online que te ayudará a llegar a la raíz verdadera y controlar los atracones. Contiene video-tutoriales, recetas deliciosas y nutritivas y pdfs descargables.  

Echa un vistazo a este enlace para obtener más información.

Una técnica sencilla para crear hábitos de vida saludable

La nutrición intuitiva es un acto profundo de autocuidado.

Pero muchas veces, cuando tratamos de incorporar una nutrición amable y otros autocuidados de una manera más intencional, podemos sentirnos estancadas en el «cómo lo hago sin que se convierta en una dieta». En este artículo te enseño una técnica sencilla para crear hábitos más saludables de forma intuitiva.

Hábitos de vida saludable

Los dichosos propósitos de Año Nuevo

Bien, estamos en plena temporada de propósitos y objetivos de Año Nuevo. Siendo sincera, yo no soy muy de grandes objetivos o propósitos, prefiero ir día a día, especialmente en cuanto a hábitos de vida saludable y bienestar.

Pero comprendo muy bien por qué tanta gente se siente atraída por esos propósitos. Especialmente este año, en el que el Covid nos ha dejado a todos como en un bucle… Ya sea que ahora tienes que trabajar desde casa a la vez que cuidas de los niños, o tengas dificultades financieras, o el estrés de un trabajo que está luchando en primera línea de fuego o hayas perdido a algún ser querido, es muy probable (y tiene todo el sentido) que nuestro autocuidado se haya dejado de lado un poco, bastante.

Recuerda, no te machaques, se compasiva contigo misma. Simplemente estamos tratando de sobrevivir en un año extraño e incierto.

Ahora con las esperanzas puestas en la vacuna, puede que estés pensando en retomar ese autocuidado o en retomar o afianzar algunos hábitos de vida saludable, alimenticios o de bienestar. O tal vez no, ¡eso también es genial!

Recuerda, la búsqueda de bienestar y salud no es una obligación moral. Sin embargo, creo que la búsqueda de bienestar, sea lo que sea que el bienestar y la salud sean para ti, es algo a lo que todos merecemos tener acceso. Con los recursos adecuados, con información que no cree estigmas ni prejuicios y habilidades para fomentar el cambio de hábitos.

A continuación te voy a enseñar una técnica sencilla que puede ayudarte a crear hábitos que promuevan tu bienestar. Y que estén alineados con una nutrición intuitiva. Recuerda, es una técnica que puede servirte o no, es importante que si lo sientes como una restricción, i algo se siente restrictivo, entonces es que es restrictivo y probablemente no te será útil…

¡Espero que te sea útil!

El poder de los cambios pequeños

El mundo de la salud y el fitness glorifica los grandes cambios. Muchos de esos programas famosos de salud y adelgazamiento, quieren que comiences con un gran cambio de la noche a la mañana. Te dicen que lo hagas a lo grande o que mejor te quedes en casa. Que si no te desafía, si no te reta, no obtendrás ningún cambio… Te dicen que si no te desafía que si no te reta, no te cambia. No es de extrañar que muchas personas sientan que si el cambio que están haciendo no es grande, no marcará la diferencia.

Pero los grandes cambios rara vez son sostenibles en el largo plazo. No te enseñan a adaptarte a las cosas que suceden en la vida real o a solucionarlas, como los largos días de trabajo, las reuniones sociales, las enfermedades o los sucesos estresantes.

En psicología, la teoría de la autoeficacia describe cómo la creencia en tu capacidad para ejecutar una acción, determina fuertemente tu capacidad para llevarla a cabo. Es decir, es la creencia de tus capacidades.

Por eso hay que establecer objetivos de salud con los que te sientas segura que puedes lograr a largo plazo.

Y como siempre digo, las pequeñas cosas que haces cada día marcan la diferencia; pueden tener un efecto enorme en su salud física y mental.

Esto también es cierto en el lado negativo (o hábitos no saludables): pequeñas cosas, como saltarte comidas o no comer lo suficiente, dormir mal por la noche o no hacer ejercicio, culparte constantemente… pueden afectar cómo te sientes el resto del día.

Aprovecha el poder de los pequeños cambios cuando practiques tus buenos hábitos. Así te conducirán a comportamientos de autocuidado más positivos. Con el tiempo, desarrollarás la autoeficacia a partir de esos buenos sentimientos y la sensación de logro al alcanzar esas pequeñas metas. Esa confianza puede ayudarte a lograr metas aún mayores si así lo deseas.

¿Necesitas ideas de hábitos de vida saludable más sencillos?

A continuación te dejo algunos ejemplos de hábitos más sencillos y pequeños que promueven tu bienestar y salud y que están alineados con la nutrición intuitiva? ¡Siempre y cuando tu intención no sea perder peso o reducir tu tamaño corporal!):

  • Chequear con tus niveles de hambre y saciedad cuando estés emplatando tu comida y también a mitad de la comida.
  • Llevarte un par de snacks al trabajo.
  • Preparar el fin de semana un plato o las verduras acompañantes de tus comidas.
  • Beber un vaso de agua por las mañana.
  • Caminar por el pasillo de casa mientras se hace el café.
  • Probar una ensalada nueva cada semana.

Si estás pensando en establecer propósitos de Año Nuevo que no sean una dieta, me encantaría que las compartieras en los comentarios. Personalmente, mis intenciones para 2021 y mejorar mis hábitos de vida saludable son ser más intencional con mis momentos libres de trabajo, mis compras y dedicar más tiempo al voluntariado que es algo que me llena muchísimo.

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