Cuando oyes la palabra colesterol, lo primero que te viene a la cabeza seguramente es «es malo» «ataque al corazón» «arterias congestionadas» o «estoy enferma».
Es totalmente normal. Es lo que nos han enseñado y lo que hemos oído y leído siempre en televisión, radio, periódicos y revistas.
Esta idea se remonta a los años 50-70. Hipótesis científicas afirmaban que la ingesta de colesterol y tomar grasas saturadas hacían subir los niveles de colesterol en sangre y se relacionaba directamente con el riesgo de enfermedad cardiovascular y el engrosamiento de las paredes arteriales. También se planteaba que los ácidos grasos poliinsaturados (encontrados en aceites vegetales de soja, maíz, canola…) no hacían subir esos niveles y prevenían de enfermedades cardiovasculares.
De ahí nacieron todas esas dietas bajas en grasas, la industria de los productos lights y en definitiva el miedo a las grasas, que aun a día de hoy seguimos sufriendo…
Pero ¿cómo te quedarías si te dijese que todo esto es incorrecto y además está super simplificado?
Lo primero a destacar es que la mayoría de esos estudios científicos fueron pagados por la industria alimentaria específicamente de las grasas refinadas y del azúcar (la gran beneficiada de reducir grasas, pues para suplantar el sabor que aporta la grasa se utilizaría azúcar)
Actualmente no hay evidencia científica clara que demuestre que el colesterol de la dieta impacte en el colesterol en sangre o que las grasas saturadas sean el principal factor dietético de riesgo cardiovascular.
Veamos realmente qué es el colesterol, qué impacto tiene en nuestra salud y aprende qué necesitas saber para mantener tus niveles de colesterol a raya haciendo unos sencillos cambios en tu lista de la compra y tus hábitos.
¿Qué es el colesterol?
Lo primero que tenemos que tener claro es que el colesterol realmente no es algo malo… Simplemente es una molécula vital y de echo ¡necesaria!.
Tu cuerpo necesita colesterol para dar estructura a las membranas celulares, para producir hormonas (hello progesterona), para sintetizar la vitamina D e incluso para el buen rendimiento cognitivo del cerebro.
Nuestro organismo obtiene el colesterol a través de la dieta mediante el consumo de productos animales (carnes, pescados, mariscos, vísceras, grasa láctea o yema del huevo). Pero también puede producirlo el mismo. De hecho una persona vegana, lo obtiene de la síntesis hepática (de su propio hígado). En una dieta omnívora, el 20% de los niveles en sangre, proviene de los alimentos animales.
Colesterol bueno vs malo
Seguramente has oído hablar del colesterol bueno (HDL) y del malo (LDL). Esto más que tipos de colesterol, son en realidad las formas en que este se transporta.
LDL o colesterol «malo»
Son lipoproteínas de baja densidad y lo que hace es llevar el colesterol que ha sintetizado el hígado a los tejidos. Este LDL es más propenso a fomar depósitos grasos en las arterias. Por ello está relacionado con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares.
Dentro del LDL, es interesante fijarnos en el número y características de las partículas. Cuando hay muchas partículas y estas son más pequeñas y densas es más fácil que se depositen en las paredes arteriales causando daños.
Mientras que si estas partículas son más grandes, no provocan daños y puede incluso prevenir que las pequeñas se adiaran a las paredes y causan daños.
HDL o colesterol «bueno»
Son lipoproteínas de alta densidad. Transportan el colesterol sobrante de las arterias hacia el hígado para eliminarlo o reutilizarlo. Es decir, que lo retiran de la sangre, de las arterias.
Aunque nos referimos a ellos como buenos o malos, la verdad es que en equilibrio, cada uno tiene su función.
Qué determina el riesgo cardiovascular
Por esto que acabamos de explicar, el colesterol total no es un buen determinante como único indicador de riego cardiovascular (al no ser que tengamos valores mayores a 300 mg/dl)
Es más interesante para predecir si hay riesgo de enfermedades cardiacas, ataque al corazón o infarto, ver si hay:
- Triglicéridos altos
- Altos niveles de LDL de partículas pequeñas
- Bajo colesterol HDL (bueno)
Además de esto, hay que valorar otros factores de estilo de vida como el estrés, fumar, ejercicio físico…
¿Cuáles son los niveles óptimos de colesterol?
Desde una práctica integrativa se consideran unos niveles específicos para los diferentes parámetros:
Colesterol Total
- Deficiencia < 170 mg/dl
- Deseables entre 170-220 mg/dl
- Altos > 220 mg/dl
Niveles LDL
- Deseable < 100mg/dl
- Aceptable 100-130 mg/dl
- Moderadamente elevados 130-160 mg/dl
- Elevados 160-190 mg/dl
- Muy elevado > 190 mg/dl
Nives HDL
- Deseable > 60 ml/dl
¿Qué provoca tener un colesterol alto?
Antes de ver cómo reducirlo, es importante entender algunos factores que pueden contribuir con altos niveles de colesterol.
La hipercolesterolemia o colesterol alto, es una condición muy común y que afecta a más del 50% de los adultos en España.
Al contrario de los que muchos creen, una dieta rica en colesterol no siempre es responsable del incremento en los niveles en sangre. De hecho, estudios han demostrado que el colesterol de la dieta no está unido a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. (1)
¿El huevo hace subir el colesterol?
¡NO! Por fin podemos desmonta el mito de que los huevos hacen subir el colesterol! Durante años se desaconsejó el consumo de huevos para prevenir enfermedades cardiovasculares. Pero actualmente no hay evidencia científica de esto.
Lo primero, las recomendaciones oficiales se basan en no superar los 300mg de colesterol al día, y el huevo contiene entre 200-250 mg.
Pero no solo eso si no que además, solo una pequeña parte del colesterol que tiene el huevo es absorbida por la sangre. El huevo contiene tanto LDL como HDL por lo que el ratio no cambia.
Podemos comer al día 1-2 huevos con total tranquilidad.
¿Qué pasa con las grasas saturadas?
Tanto que se decía de las grasas saturadas, se ha descubierto, que no todas las grasas saturadas actúan de la misma manera.
Son aquellos ácidos grasos de cadena larga (a.g. mirístico del aceite de coco y el a.g.palmítico del aceite de palma) los que más elevan el LDL, pero elevan LDL de tipo grande, por lo que su impacto en el riesgo cardiovascular es menos de lo que se creía.
Los ácidos grasos de cadena corta o media (a.g laurico del aceite de coco o el de la mantequilla) no repercuten en gran medida en el colesterol plasmático.
Factores que incrementan el LDL
Los principales factores que incrementan el colesterol LDL de tamaño pequeño son:
- Dieta rica en grasas trans y azúcar
- Sedentarismo
- Estrés
- Tabaco
- Envejecimiento
- Diabetes
- Historia familiar
¿Qué pasa si tengo el colesterol bajo?
Muchos pueden pensar que cuanto más bajo los niveles mejor… Pero siento decirte que no.
Como hemos comentado antes, el colesterol es una molécula esencial para el organismo que se necesita para realizar funciones importantes y vitales.
Entre otras funciones, ayuda en la fabricación de la progesterona. Una hormona antiinflamatoria y que prepara el endometrio para poder acoger el óvulo fecundado en caso de embarazo.
Si tienes niveles bajos (menos de 170) no producirás la progesterona necesaria y seguramente te provoque problemas en el sistema nervioso central, ansiedad, depresión, problemas digestivos, autoinmunes e incluso problemas de fertilidad.
Por lo que siempre es importante que esos niveles estén entre 170 y 220 (lo que se considera normal).
Si tus niveles están bajos, te aconsejo que optimices esos niveles. ¿Cómo? A través de la dieta. Es cierto que hemos dicho que el colesterol de la dieta tiene poca influencia en el colesterol sanguíneo, pero aun así, podría ser interesante incrementar el consumo de:
- huevos ecológicos, especialmente la yema
- derivados lácteos ecológicos de oveja/cabra
- marisco
- carne ecológica de animales criados en libertad
Cómo bajar el colesterol
Para conseguir unos niveles de colesterol óptimos lo suyo es subir el HDL y bajar el LDL.
Una dieta baja en grasas y colesterol como se creía hasta ahora, no es la respuesta para reducir la enfermedad cardíaca. De hecho, se ha demostrado que esta dieta aumenta los triglicéridos, disminuye el HDL y aumenta el LDL pequeño y denso y la inflamación, ¡bases perfectas para un ataque cardíaco o un derrame cerebral!
El tratamiento clásico en consulta clínica se basa en medicamentos como estatina, la cual reduce la producción de colesterol del cuerpo consiguiendo unos niveles saludables.
Pero hay muchos otros remedios naturales que pueden ayudarte a reducir el colesterol, y con unas pequeñas modificaciones en tu estilo de vida pueden tener un gran impacto en tu salud global y reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas.
Evitar los alimentos procesados y fomentar los alimentos naturales, enteros e integrales nos llevan por buen camino para evitar las enfermedades cardíacas.
En este otro artículo, podrás ver más en detalle qué puedes hacer para reducir los triglicéridos, el colesterol LDL y aumentar el HDL.
Si necesitas ayuda personalizada para poner a raya esa salud arterial y esos niveles, tanto a la baja como al alza, no dudes en rellenar este formulario para plantearme tu situación, y ver cómo una asesoría nutricional conmigo podría ayudarte.