No hay duda que la industria de las dietas es muy muy muy grande y tiene mucho poder. Pero una cosa que me sigue sorprendiendo es la cantidad de dinero que invierten en publicidad en verano para «ayudarte» a conseguir ese cuerpo de verano soñado…
¿En serio? ¿cuerpo de verano? ¿Qué hay de malo con mi cuerpo de invierno y otoño?
Bien, la industria de las dietas piensa que nuestro cuerpo debe ser manipulado en verano y por eso nos bombardean con nuevas dietas, planes detox y programas insanos para ayudarnos a conseguir la tortuguita en un par de semanas.
Por favor, no caigas en sus redes!! Ahórrate el dinero e inviértelo mucho mejor en unas vacaciones bien merecidas, en un te bien frío en la playa o un helado rico rico y disfruta de la belleza de esta estación.
¿Cómo?
Bien, la mejor forma de acoger el verano es centrarte en estos tres sencillos consejos. Si consigues implementarlos en tu día a día, sentirás tu versión más sexy al instante.
1. Se consciente y practica la nutrición intuitiva
Es increíble el podér que la nutrición puede jugar en tu cuerpo, pero a menudo nos olvidamos de cómo nuestra mentalidad afecta también a nuestra alimentaicón.
Centrarte en ser más consicente mientras comes puede toda una revolución y provocar un cambio increíble en el cuando comes y la cantidad que comes.
Piensa sobre por qué te comiste la tarrina entera de helado la última vez. ¿Estabas realmente hambrienta o fue algo más emocional?
Por experiencia te puedo decir que cuando dejo que sean mis emociones las que dirijan mi elecciones de comida en vez de mi intuición, la culpa aparece. Y la culpa ¡no debería asociarse con comer!
Por lo que presta atención cuando comes, saborea cada bocado para ayudarte a comer de forma más intuitiva.
2. Cómete el arco iris
No hay ningún secreto aquí. Comer una variedad de alimentos, de colores y texturas te ayudará a tu cuerpo a sentirse más satisfecho.
Ningún alimento está prohibido y todos los alimentos pueden formar parte de tu alimentación (al no ser por tema de alergia, intolerancia o patología).
Si te gusta una hamburguesa a la bbq, saca tu lado creativo, añádele piña también a la bbq, ponla entre un panecillo integral. Te sentirás satisfecho, saciado y mucho menos propensa a devorar esa bolsa de patatas cuando la bbq termine.
3. Muévete por el disfrute de moverte
Repite conmigo – muévete por el disfrute de moverte. Si, hacer ejercicio es una parte importante para llevar una vida saludable, pero no tiene sentido hacer ejercicio si ese ejercicio te hace sentir miserable. Esa energía negativa hará que dejes de practicarlo y eso es algo que no quieres.
En cambio, encuentra una actividad que te anime y te haga engancharte al movimiento. En verano aprovecha para salir a nadar en el mar, practica snorkeling, da caminatas en la naturaleza, sal a bailar….
No tienes porque hacerlo durante horas, pero moverte por el mero disfrute de moverte es muy satisfactorio y muy liberador.
Hacer ejercicio produce endorminas que incrementan tu felicidad también. Por lo que no es de extrañar que para una vida bien vivida, tienes que moverte porque quieres, no porque sientas que tienes que hacerlo.
Al final de todo, te prometo que si tu te sientes feliz con quien TU eres por dentro, serás la persona más sexy de este verano. Con una sonrisa en tu cara y amor en tu corazón, tus preocupaciones sobre esos abdominales serán una cosa del pasado. Además, te estás dando la oportunidad de vivir el mejor verano de tu vida, con cono de helado incluido 😉