Cómo regular la tiroides de forma natural

como equilibrar la tiroides

Uno de los desequilibrios hormonales más comunes que me encuentro en consulta es el de la tiroides.

Y no es de extrañar, 1 de cada 8 mujeres desarrollan alguna alteración de la tiroides a lo largo de su vida y tenemos 8 veces más posibilidades que los hombres en tener problemas toroideos.

Que sea un problema común, no significa que sea normal, y ninguna mujer ahí fuera debería sufrir con los síntomas. Por eso, espero que este artículo te ayude a resolver algunas de las dudas que tienes y te permita cuidar mejor tu tiroides.

como regular la tiroides

¿Qué es la tiroides y qué función tiene?

La tiroides es una glándula con forma de mariposa y que se encuentra en la zona frontal del cuello. Podríamos decir que la tiroides es el caballo de batalla silencioso, libera hormonas vitales que controlan las principales funciones del cuerpo.

La tiroides secreta estas hormonas con múltiples funciones. Desde regular el latido de tu corazón, a regular la temperatura corporal, la fertilidad, el ciclo menstrual, los niveles de energía, la digestión…

La glándula pituitaria del cerebro, produce la TSH, la hormona estimulante de la tiroides, la cual sirve de mensaje para que la glándula de la tiroides produzca hormonas tiroideas.

La hormona T4 producida por la glándula de la tiroides es una hormona inactiva y que va a parar el 80% de las veces a la sangre. Para que sea efectiva, y haga su función, tiene que convertirse en T3, que es la versión activa de la hormona.

Causas y síntomas de una tiroides en desequilibrio

Se pueden dar diferentes formas de disfunción, en función de si la tiroides sobre trabaja o no tira lo suficiente.

Además de los clásicos hipotiroidismo e hipertiroidismo también puede existir una alteración del bocio.

El bocio es una agrandamiento, inflamación de la tiroides. Puede o no provocar síntomas. Las causas más comunes son la deficiencia de yodo y en Hashimoto y enfermedad de Graves.

Las causas más comunes del hipotiroidismo son:

  • Hashimoto (enfermedad autoinmune)
  • Estrés y disfunción del eje hipotálamo-pituitaria-adrenal
  • Alimentación inadecuada
  • Infecciones previas
  • Intolerancia al gluten o celiaquía
  • Exposición a tóxicos
  • Exposición a EMF
  • Intestino permeable
  • Deficiencia de vitamina D
  • Desequilibrios en el metabolismo del azúcar

Las causas más comunes del hipertiroidismo son:

  • Enfermedad de Graves (enfermedad autoinmune)
  • Toxic thyroid mass
  • Inflamación de la toroides

Qué mirar en la analítica de sangre

Un análisis de sangre es la forma tradicional de poder analizar la salud de la tiroides. Es importante saber que tener resultados «normales» no significa que la tiroides esté funcionando correctamente. hay que observar también los síntomas que puede estar sufriendo la paciente y estudiar la analítica desde un punto de vista integrativo, con la que se tienen en cuenta no solo los rangos de enfermedad, si no los rangos en los que puede haber una disfunción subclínica.

TSH: hormona estimulante de la tiroides. Producida por la glándula pituitaria, da órdenes a la glándula de la tiroides para que produzca hormonas. Si está alta, es como si tu cerebro estuviese gritando a tu tiroides que trabaje más duramente. Lo ideal es que esté entre 0,5 y 2 (<2,5 durante el embarazo), mientras que en medicina convencional proponen entre 0,5 y 5,5mlU/L

T4 libre: forma inactiva de la hormona tiroidea. Nos muestra cuanta hormona la tiroides está produciendo. Lo óptimo es que esté entre 1,4 y 1,8. Será bajo en casos de hipotiroidismo.

T3 libre: es la T4 convertida en forma activa. La cual es utilizada por nuestras células para hacer sus funciones. Rango saludable 3,5 o más.

T3 reversa: frena la conversión de la hormona tiroidea, nos indica la existencia de estrés. Lo ideal es que esté por debajo de 15. Anticuerpos tiroideos: indican si hay condición autoinmune. El objetivo es que sea negativo.

Disruptores de la tiroides

El hecho de que las mujeres somos cíclicas, más el uso de las hormonas anticonceptivas, nos hacen tener 8 veces más probabilidades de sufrir una disfunción de la tiroides que los hombres. Mientras que no podemos evitar lo primero, sí que hay un montón de disruptores de la tiroides que pueden eliminarse.

Pastillas anticonceptivas

Las hormonas que se utilizan en estos medicamentos no son iguales a las hormonas que nuestro cuerpo produce. Son similares, pero no las mismas.

Los estrógenos artificiales de las pastillas estimulan el receptor de estrógenos pero el mensaje está distorsionado y pueden terminar atascando el receptor. No funcionan en el cuerpo de la misma forma que los estrógenos o la progesterona.

Las altas dosis de estrógenos en las pastillas incrementa la actividad de la TBG (globulina transportadora de tiroxina), que se une a la hormona tiroidea. Más TBG significa menos niveles de hormona tiroidea libre para ser usada por el cuerpo.

Los anticonceptivos también roban al cuerpo de nutrientes esenciales como el magnesio, selenio y zinc. Estos minerales son esenciales para que la tiroides trabaje de forma adecuada.

Toxinas

Hay millones de toxinas que están en el ambiente y que hace 100 años no estaban. Últimos estudios demuestran que los químicos tóxicos no son buenos para la salud tiroidea.

La tiroides es muy sensible a los tóxicos, especialmente a aquellos que afectan al yodo disponible. La mayoría de estas toxinas causan estragos en el sistema endocrino al alterar su función normal. Actúa como copias de nuestras hormonas y esto confunde al cuerpo, interrumpiendo el sistema de comunicación y causando que el cuerpo deje de producir hormonas naturales.

Dietas pobres en nutrientes

Tu tiroides necesita de nutrientes como el yodo, selenio, magnesio, cobre o zinc, para producir suficiente hormona tiroidea. Si no consumes suficientes nutrientes en tu alimentación, o no los absorbes bien por problemas intestinales como una disbiosis, estarás privando a tu tiroides de componentes claves que necesita para funcionar, lo que lleva a un trastorno de la tiroides.

Disbiosis

Cuando tu flora intestinal está alterada, los alimentos no se absorben bien y nuestra pared intestinal dejará pasar más moléculas indeseadas al intestino, incrementando así la inflamación del cuerpo. Esto puede provocar una respuesta inmune y si no se trata llegar a sufrir condiciones como la tiroiditis de Hashimoto.

Gluten y cereales

Una primera estrategia para mejorar la tiroides puede ser evitar el gluten y posiblemente otros cereales, ya que pueden penetrar la pared intestinal provocando una respuesta inmune en el cuerpo. Personas con una celiaquía no tratada tienen tres veces más posibilidades de sufrir una disfunción tiroidea.

Estrés

Cuando estamos estresados, nuestro eje HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenal) instruyen a nuestros adrenales para que produzca cortisol. Este cortisol afecta a la glándula pituitaria y se vuelve más lenta enviando sus señales. La produción de TSH entonces se reduce haciendo que no le llegue la señal a la tiroides de que se necesitan más hormonas tiroideas. Esto puede resultar en una reducción de los niveles de hormonas tiroideas, lo cual puede llevar a sufrir hipotiroidismo.

Cómo regular la tiroides de forma natural

Mejora la función intestinal

Como he comentado anteriormente, la disbiosis puede interferir con la función tiroidea. Para mejorar el funcionamiento intestinal comienza a introducir alimentos fermentados y probióticos de forma diaria, limita el consumo de azúcar, gluten y cereales, e incrementa la ingesta de fibra.

Gestión del estrés

Como sabes ahora, el estrés crónico puede provocar una reducción en la producción de la hormona tiroidea provocando hipotiroidismo. Aprende herramientas para gestionar el estrés e incluye algunas tan sencillas como las respiraciones profundas, yoga, meditación, lectura, tener una rutina matinal y otra nocturna, disfrutar de tiempo de calidad con amigos y familiares, baños de sales epsom, aceites esenciales…

Ayuda las vías de desintoxicación

Xenoestrógenos como el BPA, se unen a las células de nuestro sistema inmune y endocrino, a la vez que a nuestras glándulas tiroideas, empeorando su función. Estas toxicas a menudo se encuentran en productos convencionales de belleza, productos de limpieza e higiene, plásticos, tickets de la compra…

Sustitúyelos por opciones más naturales. comienza por aquellos que utilizas cada día, como el gel de limpieza facial, desodorante, pasta de dientes…

Mejora tu salud menstrual

La dominancia estrogénica tiene un efecto negativo en la tiroides y anomalías en la tiroides pueden afectar negativamente en tu ciclo menstrual. Lo ideal sería mantener tus niveles de estrógenos equilibrados y así evitar un círculo vicioso entre tiroides y ciclos irregulares.

Prueba anticonceptivos no hormonales. Limita la exposición a disruptores endocrinos, reduce el consumo de alcohol (que impide al hígado desintoxicarse), evita antibióticos para mantener una buena flora intestinal.

Disfruta de una alimentación rica en nutrientes

Los siguientes alimentos son ricos en nutrientes esenciales para la función óptima de la tiroides:

Yodo: alimentos ricos en yodo ayudan a la producción de hormonas tiroideas y regular el metabolismo. Además de la sal yodada, come alcachofas, utiliza algas en la cocina, huevos ecológicos, y piña.

Selenio: nos ayuda a mantener la producción. Lo encontramos en huevos ecológicos, vieriras, shiitake, maitake y cremini, ajo, semillas de girasol. Pero la forma más sencilla de incrementar los niveles de selenio es consumir 2-3 nueces de Brasil al día.

Ácidos grasos omega 3: son esenciales para la implantación de los óvulos si estás intentando quedarte embarazada y juega un papel importante en la salud de la tiroides. Disfruta de salmón, sardinas, caballa, trucha. Añade semillas de lino o chía a tu porridge, tu yogur o tus batidos.

Manteca o aceite de coco: grasas saturadas crudas se convierten rápidamente en energía y ayudan a regular la función tiroidea. Intenta añadir una cucharadita en tus batidos, porridge o sobre una tostada.

Hierro y cobre: tener unos buenos niveles de hierro ayudarán a producir más hormonas tiroideas y el cobre apoya la función del hipotálamo, el cual se comunica con tu tiroides y otras hormonas para asegurarse que todo funciona bien. Lentejas, espinacas, cacao, judías, carne roja de pasto, huevos eco, brócoli y semillas de calabaza son ricas en hierro. La mayoría de frutos secos, semillas, pescado y cacao son una buena fuente de cobre.

¿Y qué pasa con los alimentos bociógenos?

Los alimentos bociógenos, con alimentos con compuestos bociógenos. Estos compuestos tienen la característica de interferir con la glándula de la tiroides y suprimen la liberación de la hormona tiroidea. Con el fin de contrarrestar esta producción inadecuada, la tiroides se agranda y se forma lo que conocemos como bocio.

¿Dónde los encontramos?

Principalmente en las crucíferas (brócoli, coliflor, repollo, coles de Bruselas y resto de coles) y en la soja. Otros alimentos que también los contienen pero en menor medida son las espinacas, nabo, rúcula, yuca, boniato, mijo, maíz, melocotón, fresas, peras o piñones.

Cuando existe una disfunción tiroidea, un consumo excesivo de alimentos bociógenos, acompañados de una falta de yodo y selenio pueden empeorar la sintomatología.

A pesar de ello, son alimentos con tantos beneficios que no se recomienda la retirada completa. Para evitar esos compuestos bociógenos lo que podemos hacer es cocinar todos esos alimentos al vapor, salteados, hervidos, a la plancha u horneados, si los queremos tomar en un batido (por ejemplo un batido con col), puedes blanquearlo antes de triturarlo en el zumo.

Si piensas que sufres de un desequilibrio tiroideo, te recomiendo que busques apoyo profesional que esté especializado en salud hormonal femenina y practique una visión holística para abordar el problema desde raíz. Si necesitas ayuda con tu alimentación para que tu tiroides funcione correctamente, no dudes en escribirme a hola@mariallamas.

Abrir chat
¿Necesitas ayuda? 💬
Hola! 🙋🏻‍♀️
¿En qué puedo ayudarte?