Virus del papiloma humano (VPH) y alimentación

virus del papiloma humano

El virus del papiloma humano es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes. De hecho, prácticamente todo el mundo sexualmente activo lo ha contraído en algún momento de su vida.

En este artículo detallaremos curiosidades sobre este virus y la relación entre el vph y alimentación.

¿Qué es el virus del papiloma humano (VPH)?

El VPH es un conjunto de más de 200 virus. Se transmite mediante relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Suele asociarse a mujeres, pues somos las que más signos de síntomas desarrollamos, pero los hombres también pueden ser portadores y sufrir síntomas.

Dentro del VPH hay muchos tipos y variantes, están:

  • Los de riesgo bajo, que son la mayoría y suelen desaparecer por si solo sin producir ningún problema de salud, aunque a veces provocan verrugas vaginales. Estas verrugas son bultitos, más grandes o pequeños, planos o abultados, que suelen ubicarse en el tracto genital inferior (cérvix, vagina, vulva, periné y zona perianal), ano y zona de la garganza. Si proliferan y no se extirpan pueden dar lugar en lesiones cutáneas más graves.
  • Los de riesgo elevado: si persisten y no desaparecen pueden causar problemas para la salud como cáncer.

Lo bueno es que existe una vacuna que puede reducir mucho el riesgo de contraer VPH. Por supuesto también podemos disminuir la probabilidad de contraerlo o incrementar las posibilidades de reversión del VPH con unos buenos hábitos de vida que apoyen nuestro sistema inmune y nuestra salud.

vph y alimentación

VPH y cáncer de cuello uterino (cáncer cervical)

El cáncer de cuello uterino es segundo cáncer más frecuente entre las mujeres y uno de los que presenta mayor índice de mortalidad. Un 99% de las veces es causado por el virus del papiloma humano. Aunque El cáncer de vulva, vagina, pene, ano o incluso de garganta también pueden ser causados por el VPH.

Hay que tener claro, que contagiarse de VPH tiene una baja probabilidad de derivar a un cáncer. El 90% de las infecciones son transitorias, pues como hemos dicho hay muchos tipos de VPH. Unos pueden causar verrugas genitales, y estos tipos no son los mismo que pueden causar cáncer.

VPH — 1% desarrollará cáncer, del 20% de las mujeres infectadas

Cáncer de cuello uterino — 99% de los casos es por VPH

Factores de riesgo que influyen en la persistencia del VPH

Los principales determinantes del riesgo de persistencia de la infección por el VPH y desarrollo de lesiones pre-malignas y malignas son:

  • El geneotipo viral, siendo los más agresivos el 16 y 18.
  • La carga viral
  • La inmunodepresión, especialmente la debida a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
  • El tabaco
  • La utilización prolongada de anticonceptivos orales
  • La elevad paridad
  • La co-infección con algunos microorganismos de transmisión sexual como la Chlamydia trachomatis o el herpes genital (VHS-2)
  • Obesidad
  • Alteración de la microbiota vaginal

Vacuna VPH y pruebas de rutina para la prevención

La vacuna contra el VPH protege contra la infección por nueve tipos de VPH: los dos tipos de riesgo bajo que causan la mayoría de las verrugas genitales y los siete tipos de riesgo alto que causan la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH.

La vacuna además de proteger a una misma, también disminuye la transmisión a otras personas.

Todos los niños y niñas de 11 o 12 años deben vacunarse. Sí, chicos también pues como he citado anteriormente, tanto hombres como mujeres pueden ser portadores del virus del papiloma humano. A estas edades la vacuna consta de 2 dosis. Si la vacuna comienza a administrarse con 15 años o más y hasta los 26 años, entonces se darán tres dosis.

¿Qué pasa si soy mayor de 27 años?

Es posible vacunar a adultos de entre 27 y 45 años, aunque el beneficio es menor pues hay más probabilidad de que ya se hayan expuesto al virus.

Pruebas rutinarias para la prevención del virus del papiloma humano

No existe una prueba concreta para determinar si una persona tiene o no el VPH. De hecho, la mayoría de personas con VPH no saben que están infectadas y nunca presentan síntomas. Las que descubren que tienen el VPH suele ser porque en una revisión ginecológica presentan verrugas genitales o en la citología sale presencia de células anómalas. Por esto es tan importante las revisiones frecuentes.

La citología cervical es una prueba sencilla que no precisa de preparación alguna. Se toma una muestra de células que son analizadas con microscopio para detectar alteraciones celulares que puedan indicar alguna infección por VPH. Si hay infección, habrá algún cambios morfológicos, pero estos cambios también pueden producirse por otros organismos, o cuando existen cambios en la flora vaginal normal.

La prueba de VPH-AR aporta mayor sensibilidad que la citología para la detección de CIN3 (lesión premaligna de alto grado) y es más reproducible, aunque tiene menor especificidad , sobre todo en mujeres menores de 30 años donde la prevalencia de la infección transitoria es alta. Mientras que es más eficaz en mujeres mayores de 30 años.

Lo que sí que existe es la prueba de Papanicoláu que detecta si hay cáncer de cuello uterino y a través de esta puede saberse que hay VPH.

Protegerse, prevenir y revertir el VPH

Como he comentado, en la mayoría de los casos, la infección se resuelve sola y ni nos hemos enterado que hemos tenido el VPH.

Si nos enteramos que estamos infectadas, lo mejor es reforzar nuestro sistema inmune para que pueda superarlo. Esto lo hacemos mejorando las defensas, lo que provocaría un debilitamiento del virus y con ello desaparecerían los síntomas como las verrugas. Por lo que parar curar el vph tenemos que mejorar nuestra alimentación, practicar actividad física, no fumar y cambiar otros hábitos de vida que refuerce nuestro sistema inmune.

Hay que tener en cuenta que estas verrugas también se podrían tratar con medicación o incluso cirugía, aunque esto no implica que el virus desaparezca.

VPH y alimentación

Ya sabemos que nuestra alimentación tiene un papel fundamental en nuestra salud, y aunque no es lo único importante, tomar más o menos de
X alimentos puede influir mucho en el riesgo de contraer ciertas enfermedades.

Una alimentación con alto potencial inflamatorio (rica en grasas saturadas y trans, azúcares añadidos y sodio) y un estilo de vida sedentario, están asociadas a un peor control de las infecciones por VPH y con el desarrollo de cáncer de cuello uterino, particularmente entre las mujeres que tienen una infección por VPH.

Si hablamos del cáncer cervical y VPH, estudios demuestran que:

  • una baja ingesta de frutas y verduras están asociadas a 3 veces más riesgo de neoplasia intraepitelial cervical (NIC) de clase 2 y 3 en mujeres con una alta carga viral del VPH. El consumo de 100g adicionales de fruta y verdura pueden reducir un 17% el riesgo de cáncer de cuello uterino escamoso invasivo (ISC).
  • Niveles séricos bajos de vitamina A, vitamina C y licopeno están asociados con el riesgo de NIC de clase 3.
  • Mujeres con concentraciones más altas de folato fueron menos propensas a ser diagnosticadas con CIN2+, especialmente cuando los niveles de vitamina B12 están en rango.

Dejando los estudios a un lado, vamos a ver qué nutrientes añadir a nuestro plato para ayudar al organismo a eliminar el VPH y con ello reducir el riesgo de desarrollar cáncer cervical, reduciendo la tasa de transformación de células cervicales a células cancerosas.

CRUCÍFERAS

Ricas en I3C o indole-3-carbinol y sulforafano, ayudan a reducir el estado avanzado de la displasia y su progresión a cáncer cervical.

Apuesta por brócoli, coliflor, coles de Bruselas, kale, espinacas, berros, rúcula, acelgas… 

Te reto a incluir cada día un verde en alguna de tus comidas. Espinacas en un batido, brócoli a un salteado con gambas y por qué no al batido también, ensalada de rúcula o berros… opciones hay miles.

POLIFENOLES

Grandes antioxidantes con propiedades antiinflamatorias que son efectivos para revertir la displasia. Los polifenoles inhiben la proliferación de las células del VPH mediante la inducción de la apoptosis, la detección del crecimiento, la inhibición de la síntesis de ADN y la modulación de las vías de traducción de señales. Arándanos, avellanas, nueces pecanas.

Encontramos también el resveratrol: incluso una dosis baja de tratamiento con resveratrol ha demostrado en un estudio in vitro que cambia la expresión del gen del cáncer en las células positivas tanto para el VPH 18 como para el VPH 16, es decir que detiene el ciclo celular de crecimiento.

Mención especial tiene el te verde con el polifenol más potente (EGCG).estudian demostrado que la suplementación de dicho antioxidante responde positivamente contra la displasia cervical. E incluso en forma de pomada ha sido aprobada para tratar las verrugas genitales.

BETACAROTENOS

Se transforman en vitamina A en tu cuerpo. Protege contra el crecimiento de lesiones en el cervix. Boniatos, zanahorias, calabaza, papaya.

El licopeno es un carotenoide que da a las frutas y verduras el color rojo característico. Lo encontramos en fresas, tomates, sandía. ayuda a
proteger las células para que no sufran daños previniendo así el cáncer.

VITMINA C

Una de los principales antioxidantes del cuerpo. Una ingesta alta de vitamina C disminuye el riesgo de displasia cervical.
No solo la encuentras en los cítricos, si no también en los pimientos rojos, kiwi, fresas, melón y brócoli.

Ensalada con fresas y mucho verde

Ensalada mediterránea con garbanzos

Batido de cítricos y kiwi

FOLATO

Si tomas la píldora, bebes alcohol, tomas ibuprofeno lo más probable es que tengas insuficiencia de folato. Estos niveles bajos están ligados a displasia cervical. Puedes optar por suplementación siempre regulada por un profesional pero también consumir suficientes aguacates, garbanzos, lentejas, fresas, naranjas o espinacas.

Lentejas con setas de temporada

Dhal con brócoli

Estofado de calabaza, kale y judías

CORIOLUS VERSICOLOR

Reishi, shiitake, cordyceps y coriolus. Inmunoregulador, mejorando la respuesta al VPH y revertiendo las primeras etapas del cáncer cervical. En un estudio con mujeres con displasia cervical, 9 de 10 mujeres que se suplementaron con 3000mg de coriolus versicolor dieron negativo en VPH comparadas con 1 de 12 a las que se le dio placebo.

¿Y cómo ponemos todo esto en nuestro plato?

Desayuno: copos de avena con bebida almendra y frutos rojos y papaya (polifenoles, licopeno y betacaroteno)

Comida: Quinotto con calabaza, shiitake y espinacas (betacaroteno, coriolus versicolor, folato)

Cena: Salteado  de brócoli con salmón, avellanas y aliño de naranja. (I3C, polifenoles, vitamina C, folato)

Snacks: fruta fresca o guacamole con palitos de zanahoria y pimiento rojo, o frutos secos o un te verde.

Tener VPH puede parecer un mundo pero en la mayoría de casos se queda en una infección que pasa desapercibida y que desaparece con el paso del tiempo (gracias a nuestro super sistema inmune!). Para aquellas pocas veces en las que persiste, puede abordarse desde diversos ámbitos, siempre acompañada de un profesional.

Lleva unos hábitos de vida sana, sin fumar, moviéndote, reduciendo el estrés y siguiendo una alimentación equilibrada, rica en vitaminas y fibra. Todo ello repercutirá en la salud general y, por tanto, mejorará el estado de tus defensas y te hará más fuerte frente a enfermedades, ayudando a protegerte contra el VPH.

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